DIARIO DE UN VIAJE PARA RECORDAR

Un viaje es una experiencia maravillosa y única y nos trae muchísimos beneficios para nuestra salud física y emocional.

Entérate de los beneficios de viajar en “¿Porqué viajar nos hace tan bien?”

Los viajes pueden ser de muchas formas, familiares, de amigos, en pareja, por trabajo o incluso solo. Yo personalmente creo que todo viajero debería experimentar  y enriquecerse con todo tipo de viajes.

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Pero sea como sea, lo importante, es que siempre deberíamos guardar un recuerdo de ese viaje para volver a disfrutarlo cuando haya pasado el tiempo.

LOS RECUERDOS DEL VIAJE

Es muy común encontrar en todos los sitios turísticos tiendas de recuerdos donde comprar mates, tazas, llaveros, imanes, cuadros, cajitas y todo tipo de regalos con el nombre e imagen del lugar.

También hay productos regionales como alfajores, dulces, conservas, cervezas y vinos artesanales, etc.

También hay otras formas de llevarnos un recuerdo del lugar, por ejemplo unas trenzas caribeñas hechas en la playa, un tatuaje, un perfume regional, ropa, accesorios, bijou o un tejido artesanal, algo que “traemos puesto” o es para usar y nos recordará nuestra visita a ese lugar.

Otras cosas que podemos traer de los viajes son elementos de la naturaleza o del paisaje visitado como piedritas brillantes, caracoles, ramitas, arena, pétalos disecados de alguna flor de esa zona, etc.

Los podemos usar para decorar una cajita donde guardar el diario después o realizar alguna manualidad, crear dijes o colgantes o pintarlos y formar alguna estructura o un centro de mesa o bien para armar un collage en un cuadro y todo lo que se nos ocurra.

La mayoría de las veces nos quedamos con fotos y videos como único recuerdo de un viaje, pero hay otro tipo de recuerdo que podemos elaborar y te aseguro que vale la pena tener y esa es la propuesta que te traigo en esta nota, se trata de un registro en texto e imágenes y otros elementos que formarán un DIARIO.

¿CÓMO ARMAR UN DIARIO DE VIAJES?

Hay muchas personas que disfrutan de escribir, es una forma de relajarse, distraerse, desconectarse del celular, inspirarse en el paisaje y conectarse con lo más intimo de uno y también es una manera de expresarse incluso cuando no vaya a ser leído por nadie más.

Escribir durante un viaje ayuda a organizar nuestros pensamientos y emociones, canalizar y bajar las tensiones y ansiedades que puede producir muchas horas sentado en un micro o avión o incluso mientras tomamos sol en una playa.

Pero escribir no es el único camino, también hay quienes disfrutan de dibujar o pintar. Tal vez un diario de viaje sea un cuadro o un dibujo hecho en ese lugar y allí se expresa eso que nos trasmitió ese viaje.

Actualmente existen aplicaciones para el celular que hacen este trabajo por nosotros. Para aquellos que no les gusta mucho escribir o no cuentan con el tiempo o la paciencia suficiente, estas apps traen un diario de viajes digital prediseñado y listo para completar con los datos específicos que quieras incluir.

En esta ocasión quiero darte algunas ideas para armar tu propio Diario de viaje que ya mismo podes ir preparando para cuando llegue el momento. Necesitarás un cuaderno o libreta y varios bolígrafos.

Podes destinar todo un cuaderno para cada viaje si te gusta escribir o bien conseguir uno grande y usar solo algunas páginas por cada viaje.

Decorá las tapas del cuaderno a tu gusto. Podes ponerle el nombre del lugar que visitarás y una imagen. O bien dejar el espacio para seleccionar la mejor foto del viaje cuando ya lo hayas terminado de hacer.

La idea es tomar nota de todo lo que te resulte interesante o llame tu atención. A lo largo del viaje podes registrar pensamientos, frases leídas en lugares insólitos, nombre o dato de contacto de algún local que te interesó y quieras buscar luego.

Relatos escuchados en ese lugar, un resumen de un día habitual, algo que te hizo reír mucho, una secuencia que viste en algún lado y te sorprendió, anécdotas divertidas o románticas, palabras o frases que los habitantes de ese lugar repiten con frecuencia.

Si la ciudad o el país visitado habla otra lengua podrías incluir palabras que aprendiste; una fruta que viste en la verdulería y que no conocías, el número de la habitación del hotel o el nombre de algún empleado amable que conociste, el nombre de alguna calle o esquina donde pasó algo que quieras recordar, el café o restaurante que más te gustó, una lista de las comidas que quisieras volver a comer, etc.

Hay miles de cosas que pasan y sentimos durante un viaje. Personas nuevas que conocemos y tal vez nunca más las volvamos a ver, momentos que nos hacen “dar cuenta” de algo, un pensamiento que viene como respuesta a alguna pregunta que no podíamos resolver, ganas repentinas de hacer o emprender algo…

 La idea es registrar en el cuaderno todo eso que va surgiendo naturalmente y agregarle fotos.

Actualmente en un viaje sacamos cientos de fotos, no vamos a imprimir todas, pero sí las más importantes y las que más nos gustaron pero, además de todas esas donde salimos impecables y con paisajes perfectos de fondo, te recomiendo tener en cuenta aquellas fotos que representan momentos aunque tal vez no se vean reflejados, fotos que tienen una historia detrás, esa en la que tal vez quisiste fotografiar algo y no salió o esa foto que tiene un “detrás de cámara” para contar o recordar después.

Podes incluir un boleto de un micro que tomaste en la ciudad, una servilleta de un bar donde te reíste mucho, una tarjeta, una etiqueta de alguna bebida regional que sólo se vende en esa ciudad, etc. 

El diario de viaje viene a ser un cofre de tesoros donde quedarán registrados momentos únicos que vas a querer volver a ver muchas veces.

Te aseguro que vale la pena hacerlo. Si el viaje es largo vas a tener mucho para escribir y guardar. Hay muchas cosas que con el paso del tiempo vamos olvidando y cuando pasen los años es hermoso recuperar memoria de esas anécdotas y poder recrear, trasmitir y revivir ese viaje con todos los sentidos.

Y vos ¿ya hiciste tu Diario de viajes? ¿Se te ocurre alguna otra idea?