Actualmente se volvió tendencia y se trata de un “deseo irrefrenable y excesivo” de dejar todo atrás y viajar en busca de nuevas experiencias. A estas ganas locas se le llama WANDERLUST, una palabra que proviene del alemán y que intenta definir ese apasionado sentimiento de ciertos viajeros.
“WANDER” significa vagar y “LUST” es pasión, PASIÓN POR VIAJAR. Muchas personas se sienten incapaces de permanecer por mucho tiempo en un mismo lugar sin sentir la imperiosa y hasta obsesiva necesidad de hacer las valijas e irse.
Los también llamados en nuestra era “nómadas digitales”, jóvenes (y no tanto) que no soportan la rutina, rompen las reglas impuestas y aun sin haberse desarrollado profesionalmente o dejando una carrera universitaria por la mitad, o incluso profesionales, deciden vivir viajando con muy poco presupuesto y a cualquier parte del mundo. Muchos de ellos logran financiar sus viajes gracias a sponsors y un blog y/o canal de youtube donde cuentan sus experiencias.
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Por lo general no les importa tanto el paisaje ni las comodidades del alojamiento que suelen ser importantes para los turistas, ellos solo desean vivir experiencias, conocer otras culturas, sentir los riesgos y el vértigo por lo desconocido en carne propia “vivir al límite sin límites” ¿Podes entender este sentimiento aventurero?
Se habla de la existencia de una alteración genética que podría explicar este deseo y comportamiento en determinadas personas. No se trataría de una simple moda sino de un gen que sería el responsable de esa pasión desenfrenada por comerse el mundo. Incluso se dice que este gen podría haber sido influyente para emigrantes desde hace muchos años e incluso para pueblos originarios nómades.
Denominado DRD47R, un receptor de dopamina (neurotransmisor del placer) que fue bautizado como “El gen del viajero”. Varios centros de investigación, como el “Salk Institute Of Biological Sciences” de California, demostraron la relación que hay entre la dopamina y la tendencia a tomar decisiones impulsivas y a probar nuevas experiencias.
No todas las personas estarían “infectadas” por este gen. Se trata sólo de un 20 % de la población mundial, pero se encuentra activo apenas en el 10 % por lo tanto no todos “sufren” de wanderluts. Pero lo cierto es que nuestros genes no siempre nos definen; nuestros genes INFLUENCIAN nuestros comportamientos, junto con el entorno que nos rodea, las normas y condiciones culturales en las que fuimos criados, la educación recibida, los valores que nos infundieron y las experiencias vividas entre otras cosas, son las que nos van formando y marcando un poco esa pasión por viajar.
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SINTOMAS QUE PUEDEN SER SEÑALES DE QUE “PADECES” DE ESTE SÍNDROME VIAJERO:
Por lo general quienes portan el ADN VIAJERO son personas con una sensibilidad y afinidad a la aventura, los riesgos, los movimientos y los cambios; Son muy creativos, habilidosos y super adaptables. Estos son algunos de los síntomas que indican que podrías tener el gen de Wanderlust:
..Tus amistades organizan un viaje de una semana al año y para vos pensas que no es suficiente.
..Odias la rutina. Te empezas a inquietar cuando pasas más de 2 o 3 fines de semanas en tu ciudad haciendo las mismas cosas.
..Te cuesta encontrar compañer@ de viaje que tenga tus mismas ganas y predisposición para viajar.
..No terminó un viaje que ya estás pensando en el próximo destino.
..Estás a mitad de semana y te agarra un deseo irrefrenable de dejar el trabajo y todo lo que estás haciendo y correr a comprar pasajes.
..Soñas con tu lugar en el mundo y a menudo ves fotos, documentales, webs de viajes. Sentís curiosidad por otras culturas, idiomas, comidas o costumbres exóticas, etc.
..Por momentos sentís que no te alcanzará la vida para recorrer con tus pies todo lo que soñaste.
..No terminó el año y ya tenes agendados todos los feriados y fines de semana largos del próximo año.
..Pasas por un aeropuerto o terminal de micros y sentís un fuerte deseo de subir a uno de ellos.
..De pronto compras una oferta de último momento y al día siguiente te encontras viajando casi sin haberlo pensado.
..Sos capaz de salir del trabajo e irte a cenar a otra ciudad, incluso teniendo varias horas de viaje y al otro día a primera hora presentarte en el trabajo como si nada hubiera pasado, pero con una sensación de placer increíble.
Todo esto es muy alocado para quienes no pueden sentirlo. La experiencia Wanderlust adquiere todo su significado cuando el destino deja de ser un objetivo y solo es una excusa para disfrutar del placer de viajar y se convierte en una forma de vida.
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